Y aunque no estuviese enfermo aqui estaria en casa, pero hoy si de plano ni salir ni nada, capaz de que me da el retortijón a media calle y hasta ahí llego.
Pero bueno, creo que todas las personas llegamos a un punto en nuestra vida en que nuestro cuerpo ya nos empieza a reclamar los excesos. Ya no somos chamacos de 15, 17 años para poder estar haciendo carreritas de haber quien come mas tacos sin que nuestro estomago no diga:
-"No mames weyyyy, bajale a tu santo desmadreeee"
Lo mismo va para la bebida, el deporte, y otras cosas que algunos de ustedes sabran bien.
Hoy si me siento muy mal, puedo afirmar, sin temor a equivocarme que mi estomago esta cobrandose todas las que le debía.
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